Donde realmente aparece
la publicidad por primera vez, al menos todos los
indicios hacen pensar así, es en la Grecia Clásica, donde los primeros
comerciantes tienen una vida nómada. En su deambular constante llegan a una
ciudad con posibilidad de desarrollar la venta de sus mercancías y la pregonan,
la vocean, de alguna forma la anuncian.
Posteriormente, esta
costumbre se extiende al Imperio Romano, donde aparece la "Enseña
“que sirve para localizar un centro de trabajo, ocio o venta. Roma
incorpora a la Enseña y a la voz del pregonero la materialidad del texto
escrito: El "álbum" y el "Libellus". El Álbum es una
superficie blanqueada sobre la que se escribe. Unas veces son pergaminos, otras
papiros, otras las propias paredes blanqueadas y en definitiva, todo aquellos
liso y blanco que sirviera para enumerar y clasificar las mercancías, anunciar
espectáculos circenses, venta de esclavos y decisiones políticas de las
autoridades.
El Libellus, antecesor
del cartel, es de menor tamaño que el Álbum. Una vez que se había escrito en él
el mensaje o comunicado, se pegaba a la pared. Normalmente era usado para
incitar a la sedición o a la lucha.
En la Edad Media aparece
el "pregonero", que era anunciado con el sonar de
trompetas, posiblemente para llamar la atención del pueblo sobre el pregonero,
que transmitía las órdenes y deseos de los nobles. Por el contrario, en esta
época el Cartel entra en decadencia, siendo sustituido por la "Enseña",
que diferenciaba los comercios entre sí. Es una semejanza con lo que en la
actualidad conocemos por "logotipos" de una empresa.
Con el Renacimiento y la
aparición de la imprenta, la publicidad va tomando forma y es definitivamente
en el Siglo XVI, con la aparición de los periódicos donde de una manera
definitiva la publicidad toma asiento. Se cree que fue el "The Times
Handlist", periódico inglés, fundado en 1622, donde el primer anuncio de
prensa, propiamente dicho, apareció.
Es en el Siglo XVIII,
cuando en la lucha por independizarse la prensa acepta el apoyo de la publicidad,
que constituía una forma de financiación para los editores de periódicos. Con
el transcurso de los años este negocio mueve demasiado dinero y cobra gran
importancia como para estar en manos de aficionados, apareciendo a principios
del Siglo XIX las agencias de publicidad,
que se dedican a diseñar, estudiar y difundir campañas para sus clientes.
Con el Siglo XX la publicidad llega a su máximo apogeo. Se ve
potenciado con nuevos medios de comunicación: Cine, Radio, Televisión...
Aparece la publicidad ofensiva y en una sociedad
industrializada de grandes competencias es terreno abonado para ella, donde se
intenta por todos los medios posibles captar la atención de los clientes, lo
que obliga a plantearse una "ética profesional de la publicidad", con
el fin de que no se convierta en un campo de batalla comercial.
En síntesis, el deambular constante en la Grecia Clásica ayuda al
desarrollo de las ventas y aparece la publicidad por primera vez. En el Imperio Romano
aparecen el Álbum y el Libellus. En la Edad Media el pregonero transmitía las
órdenes y deseos de los nobles.
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